Mano tocando una fotografía sobre un diario abierto, con una taza de café junto a una ventana iluminada por la luz cálida del atardecer

Ya no duele igual (y eso también es una forma de sanar)

Hay recuerdos que antes me clavaban como agujas.
Hoy los miro, y aunque siguen ahí, ya no sangran.

Supongo que no todo se supera. Algunas cosas solo se acomodan dentro, cambian de forma y dejan de apretar.
Ya no lloro por lo mismo. Ya no me enfado igual. A veces, simplemente, acepto que pasó. Y sigo.

Eso también es sanar, aunque no sea épico. Aunque no tenga banda sonora.

Solo darte cuenta un día de que puedes recordar sin romperte.

Y con eso, te basta.

Resumen de privacidad

Usamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible en esta web. Algunas son esenciales para el funcionamiento correcto del sitio, y otras nos ayudan a entender qué te gusta y cómo mejorar nuestros contenidos. Puedes aceptar todas, rechazarlas o configurar tus preferencias.