Este no es un libro.
Es una bomba de relojería que Escohotado colocó entre la ideología y la historia para ver quién tenía el valor de abrirla.
“Los enemigos del comercio” no se lee, se sobrevive. Son tres tomos que desnudan siglos de pensamiento acomodado, desmontando mitos y relatos repetidos durante generaciones, sin necesidad de gritar ni insultar. Solo con documentos, filosofía, historia, razón y una pluma afilada como una bayoneta.
No hay panfletos aquí. No hay discursos facilones ni frases de camiseta.
Lo que hay es un tipo que dedicó 15 años de su vida a investigar y escribir sobre los grandes relatos del igualitarismo, la propiedad, la economía, el poder y la moral.
¿Te crees rebelde?
Intenta leer 3000 páginas de análisis sin prejuicios —o mejor dicho, rompiendo todos los prejuicios, sean del color que sean.
Lo mejor: la lucidez, la documentación, la honestidad brutal.
Lo peor: que no es un libro para leer con el piloto automático. Hay que estar despierto, dispuesto a que te desmonten cosas que dabas por hechas.
Este libro no te dice qué pensar. Te pone frente a siglos de historia para que pienses por ti mismo.
Y si eso no es revolucionario, entonces ya no sé qué lo es.
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